viernes, 25 de julio de 2014

LA PAREJA AYER… Y HOY

Lic. Richard Paulino y Lic. Yocaty Taveras
¿Qué es una pareja?
El término suele ser asociado a la relación sentimental que existe entre dos personas. Tanto el noviazgo como el matrimonio suponen la existencia de una pareja. Decir pareja, desde la antropología cristiana, significa la convivencia de un varón  y  una mujer.
El origen de la pareja y la familia lo hallamos en las sagradas escrituras, donde Dios mismo establece esta institución (Gen 1,27 y  Gen 2, 22-25).
En la antigüedad cada cultura tenía un punto de vista diferente con relación a las parejas. Algunos ejemplos que podemos mencionar.
En la familia hebrea, la unión era entre el mismo grupo con prohibiciones especificas de matrimonio o relación sexual con madre, madrastra, tía, esposa de tío, suegra, hermana, hermanastra, hija, hijastra y nuera con un sistema patriarcal y el padre abarcando la dirección patriarcal de la familia.
El pueblo Egipcio utilizó arreglos matrimoniales sin dejar que los contrayentes escogieran su compañero/a. Los casamientos ocurrían en edades tempranas y hay que destacar que fue el primer pueblo que otorgó formalidad legal al matrimonio, redactando contratos entre el novio y el suegro.
En la era cristiana, es decir, después del nacimiento de Jesús, la familia nuclear constituye la unidad básica de convivencia y el centro de afecto y apoyo emocional para la persona. El apóstol Pablo es el que pone los nuevos principios cristianos a la pareja y la presencia divina en el hogar cuando expresa que la mujer debe respetar al marido como al Señor, el esposo debe amar a su esposa como Cristo a su Iglesia y los hijos han de obedecer a los padres como al Señor (cfr. Colosenses 3, 18-20).
Las parejas y familias de hoy: han pasado décadas desde que la familia se concebía de manera nuclear. Tradicionalmente convivían varón y mujer, legítimos esposos con hijos biológicos de ambos. Las funciones de cada uno estaban claras. El hombre trabajaba y llevaba la dirección del hogar. La mujer se encargaba de la crianza de los hijos y formidable ayudante del esposo. Hoy, en un mundo tan industrializado, existen muchas variantes respecto al modelo tradicional. En la actualidad existe la familia monoparental, la familia de divorciados, la familia ampliada y para algunos hasta la “familia” homosexual. Esto hace que existan en el presente mayores desafíos en las nuevas parejas que desean formar una familia. Hace la tarea de la familia más compleja y con más probabilidad hacia el fracaso.
Las variantes familiares de hoy no contribuyen a una relación sana de la pareja ni ayuda a una adecuada crianza de los hijos, pues cada vez es más corto el tiempo para poner en práctica los valores morales y cristianos, los cuales contribuyen a una familia más equilibrada y estable emocionalmente.
El hogar es la primera escuela y cuenta con una influencia significativa en la vida y el futuro de padres e hijos. Por ello, resulta de primordial importancia sentar unas bases sólidas en la relación conyugal. La relación formal, es decir, casados, pues permite que la pareja practique un estilo de vida más sano y con mayor calidad. Hay mayor satisfacción en la vida sexual, se vive más sano y se cuenta con mayores recursos materiales. En las parejas no casadas hay un mayor índice de violencia doméstica. La mujer, el hombre y los hijos experimentan mayor índice de depresión y menor satisfacción debido a la falta de compromiso legal de uno para el otro porque ello implica menos responsabilidad con los hijos y la relación siempre existen niveles de inseguridad.
La separación de las parejas de hoy no es por incompatibilidad, sino por falta de voluntad para resolver los conflictos de ambos. Los esposos o las parejas debemos comprender que cada uno tiene su propia esencia y forma de ser. Comprendernos y aceptarnos con amor, nos ayuda mucho.



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